Crónicas de



    un Ayudante


EPÍLOGO

Una parte final, opcional, en una obra de ficción (aplicada usualmente a novelas, películas, series de televisión o videojuegos) que narra hechos producidos tras el desenlace de la trama principal, como por ejemplo el destino de los personajes protagonistas tras ese desenlace.

Aunque sus pasantías terminaron oficialmente el 02 de Julio, Juan continúo trabajando durante dos semanas más en Laboratorios Elmor, en primera estancia porque no tenia absolutamente nada más que hacer (aunque deseara con todas las fuerzas de su corazón dormir), además su compañera de trabajo, es decir la analista de impuestos, aun no regresaba de su reposo por la operación (y según los pensamientos de Juan, él siempre la recordaría por ser la única mujer que el conociera, que se operaba los pies) sin embargo ese no es el punto, como les iba diciendo tras dos semanas en Elmor, Juan decidió retirarse para tomar una oferta laboral que le emocionaba mucho, era en otra empresa completamente diferente, pero su trabajo estaría enfocado hacia lo que Juan quería hacer para ganarse la vida, con la ayuda de su jefa se dio cuenta de que debía aprovechar esta oportunidad y aunque le encantaba Elmor sabia
 que era momento de seguir sus sueños. 

Fue a la universidad, estudio Fotografía en UNEARTE, tal como lo soñaba, fueron muy buenos años para el. También tuvo muchos otros trabajos, algunos mejores que otros, pero siempre aplicando las bases que había creado en su primer empleo. 

Mas adelante tuvo la oportunidad de incursar en el mundo del cine como director, y sin dudarlo la aprovecho, después de todo uno de sus mas grandes sueños era ese, su primera película fue un éxito de taquilla y a esta le siguieron muchas otros, cuando llego el momento decidió ejecutar el ultimo proyecto que tenia en mente desde hace algunos años, una serie de televisión, justo como las que él amaba ver cuando era joven. Juan nació, aprendió, creció, se reprodujo, soñó, triunfó, se equivoco, pero siempre mantuvo presente el esfuerzo que necesito hacer para alcanzar todas sus metas, mantuvo presente la importancia de la humildad y creyendo fijamente en sus ideales. En sus diferentes trabajos siempre recordó lo que aprendió en Elmor, la importancia de un buen desenvolvimiento dentro de una empresa, ser amable, educado, responsable y al momento de pagar sus impuestos, no tenia problema alguno, después de todo trabajar en el departamento de impuestos fue la mejor manera de comenzar su futuro. 

Aunque no lo crean a Juan todavía le falta camino por recorrer y su cerebro sigue trabajando en alguna forma de ayudar a su mundo, de hacer del lugar donde vive un mejor lugar, ese será su ultimo gran episodio. 
Y si piensan que este Epilogo fue escrito por el hijo de Juan en un futuro, o el ángel de la guarda que lo observaba desde pequeño, quizás los fantasmas de las navidades pasadas, déjenme decirles que… ¡NO! Fui yo, Juan, quien escribió esto en tercera persona solo para que sonara mas profundo, dramático e interesante y creo que funciono bastante bien. 

 Quiero agradecer a todas las personas con las que tuve el placer de trabajar, quienes me ayudaron a poco a poco dejar de ser el chico tímido que se sentía hormiga en una casa del terror. Y en especial a la Lic. Yolisaimi Pérez (mi jefa) quien se convirtió en alguien a quien admiro y aprecio muchísimo, con quien siempre estaré agradecido por cada consejo, momento de apoyo, guía y enseñanza que me brindo. A Madeleine Guerra, recuerdo me dio la cola hasta mi casa dos veces y evito que fuera violentamente aplastado en el metro, además de ser alguien con quien podía trabajar a gusto, gracias a su sencillez y brillante personalidad (hasta que tuvo que operar sus pies, entonces no la volví a ver). A Patricia Da Silva y Albimari Hernandez quienes me facilitaron una información necesaria para llevar a cabo mi informe de pasantías (en estos momentos no recuerdo cual fue, pero estoy seguro de que era REALMENTE importante para poder obtener mi titulo de Técnico Medio), gracias Patricia, gracias Albimari, sin esa información quien sabe donde me encontraría en estos momentos. Luz Lopera, por darme la oportunidad de ingresar a una experiencia realmente productiva y de crecimiento. Y a mi Tía, Sonia Andrade, si es mi tía, por lo tanto, si, soy su sobrino, gracias por ayudarme a obtener unas geniales pasantías.

No puedo excluir a Katherine Macias, Genesis Alfonso y Omar Arche, compañeros, amigos y pasantes. Gracias por hacer de mis almuerzos, buenos recuerdos y para que quede constancia por los siglos de los siglos,  yo también los extrañare.